Este lugar ofrece espectaculares atardeceres, ubicado al final de Playa Dominicalito. Entre las rocas, a manera de embudo, el agua del mar se filtra y suavemente se expande en la playita que la recibe. En marea alta es un lugar muy tranquilo y agradable para nadar. De las Rocas de Amancio puedes continuar la playa Dominicalito, con una exuberante naturaleza los grandes arboles de almendro se asoman a la playa, creando sombras espectaculares para pasar la tarde disfrutando del mar. Este sector con esta característica rocosa, cuando baja la marea se forma agradables piscinas donde se puede relajar y observar gran cantidad de animalitos de mar.